Este fin de semana, los aficionados al automovilismo han tenido en Le Mans una prueba contundente de lo que será la reaparición del DTM en octubre. Momentos antes de la salida a la carrera de las 24 horas, Tom Kristensen, piloto de Audi, realizó algunas vueltas de demostración sobre la pista y, haciendo unos "donuts", marcó sobre el asfalto las primeras señales de la serie de turismos internacional más popular
"Ha sido increíble haber podido ya demostrar aquí de nuevo a los fans entusiastas del automovilismo lo que les espera en octubre", comentaba Tom Kristensen, que ya ha ganado la carrera en Le Mans siete veces. Diez veces por lo menos se detuvo el danés con su Audi A4 de Siemens en la recta de meta y colmó los ánimos de los fans haciendo unos "donuts" y ofreciendo unas demostraciones de salida. Los espectadores se lo agradecieron con aplausos y un estridente concierto de trompetas. "No dejéis escapar la ocasión de estar presentes en este espectáculo y volved en octubre", decía Kristensen por megafonía, invitando a todos los fans. Alrededor de 200.000 personas en total acudieron a la carrera en pista larga más famosa del mundo.A tiempo con el momento culminante de la temporada en Le Mans, también ha empezado la venta anticipada en la pista. Las oportunidades de presenciar una carrera emocionante son altas: en los últimos cuatro años siempre se ha decidido la lucha por el título en las dos últimas carreras; la carrera en el circuito de Bugatti es la penúltima prueba del campeonato. Antes de que se celebre la cuarta carrera de la temporada en Brands Hatch el segundo fin de semana siguiente, Kristensen lidera el campeonato a dos puntos escasos por delante del piloto de Mercedes y campeón récord del DTM, Bernd Schneider.
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