Valentino Rossi tiene truco. Su excelente pilotaje se debe a varias circunstancias, entre las que está, por supuesto, su talento. Pero hay otras cosas: una de ellas es su afición al motocross desde que era un niño. Ya entonces, su padre, el ex piloto del Mundial de velocidad, Graziano Rossi, le llevaba a una cantera de las afueras de su pueblo, Tavullia, donde se entretenían realizando carreras sobre motos cada vez de mayor cilindrada. Allí ‘Vale’ aprendió a caerse y también a cómo evitarlo. Su padre le enseñó cómo dominar la moto.
Una parte básica fueron los derrapajes. La gravilla de la cantera le permitía un agarre diferente a la tierra... y un parecido mayor con el asfalto de los circuitos. Con el paso del tiempo, Rossi siguió yendo a esa cantera, especialmente en sus primeros pasos hacia MotoGP. El italiano sabía que en la máxima cilindrada es básico dominar la moto en curva, pues se frena muy tarde y con gran brusquedad y luego, al salir hay que tener cuidado con el gas pues el agarre no es óptimo. Para conseguir este dominio, Valentino tiene un truco que explica en la revista ‘FHM’: “Siempre me entreno en la cantera, con una rueda de motocross delante y una de enduro detrás.
Tiene menos agarre y así mejoro el control de los derrapajes luego, en las carreras”. Gracias a estos aprendizajes el siete veces campeón del mundo ha conseguido caerse sólo durante ocho veces en seis años en la máxima categoría. El siguiente paso para adaptar estas habilidades llega con el ‘Supermotard’, unas motos parecidas, pero que ya ruedan en asfalto. Se trata de trasladar lo hecho en la cantera a las pistas. ‘Vale’ es aficionado a estas motos y suele rodar mucho con ellas. Las prácticas de Rossi también son usadas por otros. Así Pedrosa es un gran practicante de motocross, también Melandri que vive en la campiña inglesa sólo para poder practicarlo. O Xaus, que sufrió una grave lesión por practicarlo.
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