En la 6º entrega de esta sección viajamos hasta España, exactamente a Barcelona, al circuito urbano de Montjuich...
Situado en un parque sobre Barcelona, Montjuich fue incuestionablemente el mejor circuito urbano usado para un Gran Premio. Mucho más rápido y de lejos más espectacular que Mónaco, cayó tristemente en desuso despúes del GP de España de 1975 en el cual un calamitoso accidente se cobró la vida de 4 espectadores.
En varios aspectos, fue una prueba de GP poco normal, no sólo por que el paddock fuera un antiguo estadio, que años más tarde se renovó para los Juegos Olímpicos, sino por más cosas.
En el 75 fue escenario de controversia, los pilotos se quejaron de que las barreras a lo largo de la mayoría del circuito no estaban correctamente instaladas, y en un primer momento rechazaron correr.
La recta de boxes en Montjuich era seguida por una curva a izquierdas, en medio de la cual los monoplazas tenían tendencia a salirse, inmediatamente después la pista tornaba hacia abajo a una orquilla de izquierdas. Era impresionante ver un coche de GP allí, pero también era peligroso. En esta zona los Lotus de Jochen Rindt y Graham Hill colisionaron en el año 69 debido a fallos en sus alerones traseros, y la tragedia del 75, en la que se vio involucrado el Hill de Rolf Stommelen, ocurrió por la misma razón.
El problema en Montjuich era siempre la organización, más bien la falta de ella. La pista en si misma fue sensacional y mereció una vida más larga.
En varios aspectos, fue una prueba de GP poco normal, no sólo por que el paddock fuera un antiguo estadio, que años más tarde se renovó para los Juegos Olímpicos, sino por más cosas.
En el 75 fue escenario de controversia, los pilotos se quejaron de que las barreras a lo largo de la mayoría del circuito no estaban correctamente instaladas, y en un primer momento rechazaron correr.
La recta de boxes en Montjuich era seguida por una curva a izquierdas, en medio de la cual los monoplazas tenían tendencia a salirse, inmediatamente después la pista tornaba hacia abajo a una orquilla de izquierdas. Era impresionante ver un coche de GP allí, pero también era peligroso. En esta zona los Lotus de Jochen Rindt y Graham Hill colisionaron en el año 69 debido a fallos en sus alerones traseros, y la tragedia del 75, en la que se vio involucrado el Hill de Rolf Stommelen, ocurrió por la misma razón.
El problema en Montjuich era siempre la organización, más bien la falta de ella. La pista en si misma fue sensacional y mereció una vida más larga.
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