BMW Sauber: tests en Paul Ricard

Durante tres días, los equipos de Fórmula Uno han estado de pruebas en el circuito de Paul Ricard, y cada uno se ha centrado en desarrollar o probar elementos específicos, o configuraciones aerodinámicas determinadas. Han rodado por la pista corta (3,593 km) menos el tercer día, hoy, que lo han hecho en la versión larga de 5,255 km.
El primer día, Timo Glock se ha centrado en la preparación de la próxima carrera, el Gran Premio de Mónaco, además de probar nuevos componentes mecánicos que al parecer han dado resultados satisfactorios. Pese al viento, el programa se ha llevado a cabo sin mayores contratiempos, marcando un tiempo de 1m07.712s, algo más de dos segundos alejados de la mejor vuelta de Lewis Hamilton (1m05.699s).Los tests previos a Mónaco los retomó Robert Kubica el miércoles, pero el programa de pruebas es más largo. Es curioso saber qué es lo que hacen y qué preban los pilotos entre carreras. Ese día 2 de los tests en Paul Ricard, Kubica estuvo probando, además de reglajes para Mónaco: modificaciones aerodinámicas, desarrollos del sistema electrónico y diferentes reglajes con el fin de obtener datos. En total, en dos días han hecho 254 vueltas al trazado corto de Paul Ricard.
El tercer día, ayer, Kubica repitio, pero esta vez probando diversas soluciones aerodinámicas de cara a los grandes premios siguientes, que exigirán configuraciones de carga aerodinámica media. Lo que han hecho es más que nada elaborar unos reglajes de base para tener algo con lo que empezar a trabajar desde el primer minuto que pisen el circuito.
También se probaron dos compuestos de gomas diferentes y Kubica ensayó varias salidas. Pese al viento y la lluvia ligera, completaron el programa del día correctamente. Hoy terminan los tests, con Nick Heidfeld en la pista para continuar con el desarrollo de los reglajes de base para los GP de Canadá y USA.
Interesante documento, al menos a mí me abre los ojos en cuanto al enorme (y aburrido) trabajo entre carreras, y el mérito de los pilotos probadores, que hacen el trabajo perfectamente, dejando a los pilotos oficiales más liberados para centrarse en exprimir las décimas sin tener que esforzarse en poner a punto un reglaje desde cero.