08 diciembre 2008

España vuelve al podio mundialista con Sordo


Y Citroën, campeona de marcas

Desde hacía cinco años ningún piloto español se subía al podio final del Mundial de rallys. De hecho, el único que lo había conseguido era Carlos Sainz, eso sí, en once ocasiones, dos de ellas en lo más alto. Ayer fue otro de los nuestros, Dani Sordo, el que fuera su alumno y discípulo, el que devolvía a nuestro país al cajón en el campeonato del mundo al acabar también tercero en Gran Bretaña.

La progresión del cántabro ha sido metódica, escalón a escalón. Hace dos años acabó quinto, el pasado cuarto, y este tercero. Por tanto, si sigue así, el año próximo debería ser subcampeón, y el siguiente campeón. Lleva 17 podios y tan sólo le falta un pequeño pasito para comenzar a ganar carreras, circunstancia que ya se habría producido este año si en Nueva Zelanda no hubieran mediado las órdenes de equipo. El tiempazo que marcó el sábado en el primer tramo demuestra que está preparado para ganar en cualquier momento.

La cita disputada en Gales tuvo un vibrante final. A Sebastien Loeb le permitieron pelear por el triunfo, ya que si fallaba, Citroën se aseguraba el título de marcas con la posición de Sordo. Y el galo salió a por todas. Partía a 7,3 segundos de Jari Matti Latvala, al que restaba 3,1 en el primer tramo y 0,8 en el segundo. Pero en el tercero, a pesar de que le endosó 9,2, fue penalizado con diez segundos por saltarse la salida, por lo que en el tramo final tiró a muerte, ganando por 2,7 segundos. Posteriormente se comprobó que la penalización era incorrecta, y al final ganó por 12,7 segundos.

Con este triunfo Loeb bate su propio record de victorias en una temporada, ya que ha ganado once rallys. Además, se anota el triunfo en el único rally de los que regularmente puntúan en el Mundial que le faltaba. Una cita que no ganó en 2003 porque en Citroën no le dejaron atacar para preservar el título de marcas, y que en 2005 cedió voluntariamente con motivo de la muerte de Michael Park, el copiloto de Markko Martin.

La marca francesa se volvía a adjudicar el título de constructores, algo que no sucedía desde 2005, y a Ford le quedaba el consuelo de que Mikko Hirvonen se ha convertido en el primer piloto que puntúa en todos los rallys de un año. En Grupo N el título fue para el austriaco Andreas Aigner.

Loeb: "Es la guinda del pastel"

"Tras conseguir nuestro quinto título en Japón, Daniel, mi copiloto, y yo nos sentimos muy felices de haber podido brindarle a Citroën la corona mundial de constructores otra vez. No podía haber una mejor recompensa para este equipo y para la fantástica temporada que se ha completado. Y el hecho de haber ganado este fin de semana en una prueba tan compleja es la guinda del pastel".

Sordo: "La mejor recompensa"

"Antes de comenzar el rally se nos encomendó una misión muy clara y ahora estoy encantado de poder decir que la hemos cumplido escrupulosamente, y con buena nota. Durante esta temporada, hemos hecho todo lo posible para intentar finalizar en los puntos de forma regular. Ver al equipo ganar el título de marcas es la mejor recompensa para todos los que hemos trabajado en ello".

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