
Según ha reconocido el jefe de motores de la Scuderia, Gilles Simon, el propulsor del finlandés “se sobrecalentó en la parte final de la carrera”, y aunque desde Ferrari se asegura que la unidad no quedó dañada, lo cierto que la refrigeración del F2007 no funcionó bien en esas últimas vueltas por una supuesta fuga de agua.
Lo cierto es que teniendo por delante el ‘horno de Sepang’, Ferrari a buen seguro no querrá arriesgarse a romper el motor durante el GP de Malasia, así que no sería de extrañar que Raikkonen tuviera que cambiar el propulsor antes de la sesión de calificación, lo que provocaría que perdiera diez posiciones en la parrilla de salida.
Hasta el momento no hay nada confirmado, pero habrá que estar atentos a este tema porque el líder del Mundial podría comenzar la segunda carrera de la temporada con un serio handicap.
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